Tienes distintas opciones para moverte durante tu estancia en Marsella. El transporte público funciona muy bien y resulta bastante más recomendable que moverte en tu propio vehículo, ya que, en Marsella el tráfico puede resultar bastante complicado y algo caótico para alguien que no esté acostumbrado a conducir por sus calles (para algunos marselleses las señales son algo meramente “informativo”).
La compañía responsable del transporte público es la RTM que se encarga de la gestión de la red de metro, tranvía y autobús. Toda la ciudad está perfectamente comunicada y podrás llegar, en alguno de estos medios, cómodamente, a los principales monumentos y puntos de interés. Tienes más de 70 líneas de autobuses que funcionan diariamente de 05:00 a 21:00 y en servicio nocturno hasta las 00:30. Para moverte con rapidez, también puedes coger alguna de las dos líneas de metro que recorren el centro de la ciudad. Si lo prefieres, también tienes dos modernas líneas de tranvía. El metro funciona de lunes a jueves de 05:00 a 22:30 y fines de semana y vísperas de festivos hasta las 00:30.
El precio del billete sencillo para utilizar cualquiera de estos transportes durante una hora es de 1,50 €. Si piensas realizar desplazamientos frecuentes es interesante adquirir un bono de 10 viajes por 12, 80 € o una tarjeta válida para 24 horas, por 5 € o para 72 horas, 10,50 €. Puedes comprar tu billete en cualquier estación de metro, en la estación de tren y autobuses de Sant Charles y en los estancos en los que veas el distintivo de la compañía RTM. También están disponibles en la oficina principal de la compañía (donde además podrás informarte sobre cualquier cuestión relativa a los transportes) situada en Rue des Fabres nº 6 (Viejo Puerto).
Si necesitas un taxi, los encontrarás por toda la ciudad y estacionados en las distintas paradas. También puedes solicitarlo a través de los teléfono de radio taxi: 04 91 02 20 20 o 04 91 92 92 92.
La bicicleta es un medio de transporte cada vez más utilizado. La ciudad cuenta con una extensa red de estaciones (300) donde es posible alquilar una. El sistema es sencillo. Con tu tarjeta de crédito puedes sacar un abono “corto”, directamente en la estación de bicicletas. Con este abono podrás utilizar la bici durante una semana cuantas veces quieras (puedes dejarla en cualquier otra estación que te venga bien, después de hacer los recorridos que desees). Sacar este abono te costará un euro (lo cargarán en la tarjeta) y cada hora de uso supondrá un euro más (la primera media hora es gratis). Si lo prefieres, también encontrarás numerosos establecimientos de alquiler de bicicletas por horas o días a precios razonables.
Por lo menos una vez, también es casi “obligatorio” coger el tradicional ferry boat (foto), que cruza de un lado al otro del puerto (ahorrándote 15 minutos de paseo). Además, es gratis.
Foto: Jennifer Ennis